Estaba pensando en estos días cuándo comencé a votar por la izquierda. Porque eso ha sido un cambio paulatino. Antes de comenzar a votar, ya había tenido algún tipo de preferencia por los partidos de derecha. En esa época, por cierto, el Apra era considerado de izquierda; ellos junto a la Izquierda Unida juntaron esfuerzos para evitar que la coalición de Derecha, un grupo llamado Frente Democrático y conformado por el Movimiento Libertad (que lideraba Vargas Llosa), Acción Popular y el PPC, ganara las elecciones. El objetivo era cambiar lo que había dejado el Apra: una crisis inmensa, una inflación horrorosa, un argolla corrupta metida en todo nivel del Estado, escasez de productos, bancos nacionalizados, el dólar intervenido y un Estado en general inútil para satisfacer las demandas. A eso, súmenle el terrorismo y el narcotráfico.
Si se imaginaron algo así como la actual Venezuela o el corralito Argentino, pues yo diría que se quedaban cortos. Eran tiempos distintos, sin internet ni cable, tener tarjeta de crédito era un privilegio como que te pongan línea telefónica, la educación se veía constantemente interrumpida por huelgas. Los estudiantes de universidades públicas de entonces acababan sus carreras varios años después de lo estimado. Muchos jóvenes y familias emigraban del país buscando un mejor futuro.
Entonces entró contra todo pronóstico un outsider, que planteaba pocas reformas, pero pensaba inyectar "honradez, tecnología y trabajo". A pesar de lo mucho que nos chocó a los que hinchábamos por la candidatura de Vargas Llosa, nos parecía que era mejor que haya entrado este nuevo partido en lugar del Apra y la Izquierda y que además no le quedaría otra salida que tomar las medidas que proponía el FREDEMO si quería tener éxito en su gobierno.
El gobierno comenzó mal, hasta el punto de que parecía que habría un golpe tarde o temprano, la crisis económica iba en aumento, la lucha contra el terrorismo parecía no prosperar y ¡PUM! Vino el golpe, pero por parte del mismo gobierno. El concepto de autogolpe era "innovador"(lo digo con sarcasmo). El gobierno que había sido elegido democráticamente, decidió cerrar el poder legislativo que tenía dos cámaras en ese tiempo y tomar medios de comunicación, hacerse del poder judicial, en fin, abarcar todo el poder posible por sí solo. En esa época también tuvimos una Meche que se llamaba Máximo, que juramentó ante los líderes del Congreso, pero que en la práctica no podía gobernar. Entonces cuando ya tenían todo el control comenzaron los cambios. La economía no daba más con el plan de gobierno que habían traído, y aunque Vargas Llosa les había ofrecido que pusieran en práctica el suyo antes de que asumieran el poder, ellos orgullosos se negaron y en ese momento cuando la presión de organismos internacionales no les dejó otro camino, implementaron lo que luego se llamó el Fujishock. El plan de Vargas Llosa contemplaba un paquete de medidas económicas que como se calculaba que iban a ser difíciles de afrontar para los sectores menos favorecidos, iba acompañado de un programa de asistencia social, para amortiguar este impacto. Los asesores de Fujimori desestimaron esa parte del plan y se mandaron a lo bruto con un alza agresiva de precios, despidos, venta de empresas nacionales, donde lo que importaba era obtener dinero lo más pronto aunque el precio de venta no fuera justo y no nos conviniera a largo plazo. Eso le permitió disminuir la inflación y tener el capital necesario para unos años, mientras informalizaban la economía para que se tranquilizaran las masas con la ilusión de una temporal mejora. La lucha militarizada que habían utilizado como estrategia contra el terrorismo en las provincias más afectadas y que había tomado las vidas de miles de inocentes, se vio opacada por un grupo de inteligencia de la policía que optó por descabezar a los grupos terroristas y con eso desactivarlos.
En ese contexto se produjo un cambio de constitución, donde los cambios màs notables fueron: un congreso unicameral que se pudiera disolver constitucionalmente, la reelección presidencial, la flexibilidad laboral que permitía contrataciones con menos derechos, lo del rol subsidiario del Estado y otros mecanismos políticos que le permitieran tomar mayor control a la figura de la presidencia. Conjuntamente para que todo operara como deseaban fueron colocando a personas de su confianza en puestos útiles. Así toda la corrupción era difícil de ser fiscalizada a tiempo y los abusos eran minimizados legalmente.
Al acabar ese periodo de dictadura formal, la estrategia era volver democrática la dictadura, el plan para contentar a las masas había sido en realidad una campaña política encubierta con dinero del estado para hacerse reelegir. Además de otras maniobras durante el proceso electoral que manifestaban un fraude implícito. Esa fue la primera vez que voté y lo hice por Unión por el Perú que era un movimiento que incluía tanto figuras de derecha como de izquierda juntas contra Fujimori. No lo pudimos sacar y encima se legitimó su gobierno autoritario.
Pero el manejo deficiente de la economía y la plata de las ventas que usaron más en su campaña política de largo plazo en sectores populosos del país, no les trajo un buen resultado. La estabilidad de corto plazo se fue cayendo y al no tener más ideas, el descontento de la gente se acrecentaba. Luego, sacaron de contexto la reelección presidencial para permitirse una nueva reelección validada por el Tribunal Constitucional también manejado por ellos. En ese momento me fui al extranjero como estudiante de investigación y no voté en esas nuevas elecciones. Donde las señales de fraude fueron muy evidentes. Me perdí la marcha de los 4 suyos y todos los esfuerzos que la gente hizo para sacar al dictador encubierto. Se hicieron públicos los "Vladivideos" y Fujimori terminó escapándose del país con el pretexto de una asamblea internacional, para finalmente mudarse a Japón y "renunciar" por fax. Yo estaba entonces en Japón, en esa época en que además Chávez era Presidente de Venezuela y quería cambiar la constitución también para reelegirse con el apoyo abrumador de los venezolanos. Para mí era una señal de alerta, veía mucho de Fujimori en Chávez, veía conexión de Montesinos que además había huido a ese país y políticas muy similares a las que se habían implementado en Perú.
Luego, ocurrieron una serie de errores que me hacen recordar la época que estamos viviendo. El congreso le negó la renuncia y declaró vacante el puesto por "incapacidad moral". Lo correcto hubiera sido declarar vacante el puesto por abandono de cargo, pues no podía hacer viajes sin autorización del congreso. En fin. Gobierno de transición de Paniagua, se convocaron nuevas elecciones. Se decidió mantener la constitución del golpe. Se dejó a las personas que Fujimori había dejado en todo el aparato del Estado. Hubiera sido una buena oportunidad para cortar esa continuidad ficticia que permaneció después del golpe, ese disfraz de democracia que después se copió Venezuela. Pero dejamos siempre las reformas importantes para después.
Allí se hizo conocida Susana Villarán como Ministra de la Mujer. Y fue en esa época que me debo haber dado cuenta que mis ideas para el país encajaban más con las de algunos representantes de la izquierda como Javier Diez Canseco y Henry Pease y se iban alejando cada vez más de los grupos de derecha que parecía que no querían que nada cambie. Me resultaba paradójico que recuperar los derechos laborales siendo en realidad un avance en la política peruana que se perdió con la llegada de Fujimori, se considerara más volver al pasado que regresar a la condición previa, sin derechos y mayores beneficios para los empleadores.
Entonces entró Toledo, yo había votado por Lourdes Flores en primera vuelta, que quizás hubiera sido presidente si no le hacían la entrevista en la piscina. Y en la segunda vuelta para que no salga Alan, no me quedó otra que votar por Toledo. En ese trance atraparon a Montesinos y detuvieron a Fujimori en Chile.
En las siguientes elecciones voté por Susana Villarán y vicié mi voto en la segunda vuelta porque la verdad era que Ollanta era una incógnita, ex militar, muy amigo de Chávez y Alan era Alan. Ganó Alan, pero felizmente, a pesar de que no hubo mucho cambio en ese gobierno, tampoco fue la tortura que había sido su periodo anterior. Salió la extradición de Fujimori.
Otra vez elecciones y esta vez también voté por Susana Villarán en primera vuelta y Keiko pasó a segunda vuelta. Ya se me había pasado el miedo a que Ollanta fuera un Chávez, así que voté por Ollanta con cierta ilusión, la verdad. Su gobierno, no fue lo que me imaginé, no fue tan malo tampoco y en comparación a todos los anteriores, pues sinceramente sentí que había una mejora.
Susana Villarán salió elegida alcaldesa de Lima y la cagó, no hay mejor palabra. Si acaso algunos sentimos una esperanza de otro tipo de política, se metió con OAS y cayó metida en el asunto que ya todos conocemos que fuera de su persona tanto daño le hizo a la gente que sí estaba comprometida con darle otra cara a la política.
Y ya llegamos a estos últimos cinco años, que han sido tan largos… Verónika Mendoza aparece como congresista de Humala, renuncia a la bancada y se vuelve una voz de lucha de la gente. A mí escucharla en el parlamento me daba ese tipo de sensación que también he sentido cuando escucho a Alexandria Ocasio-Cortez. Así que no me costó nada decidir mi voto entre tanto de lo mismo por alguien que representaba algo distinto. Pero nuevamente aplicaron la estrategia del terruqueo y del chavismo y pasaron a segunda vuelta Keiko y PPKeiko. Mucha gente que pensaba votar por Barnechea cambió su voto a PPK estratégicamente por lo que se veìa en las encuestas. Cualquiera diría que la derecha habría tenido la oportunidad perfecta para demostrar lo bien que funcionaban sus ideas. Pero no fue así, dos partidos de derecha con planes de gobierno muy similares se enfrentaron en una batalla inútil que terminó con la renuncia de PPK después de malograrnos la navidad con el indulto a Fujimori. Indulto que dicho sea de pasó, no duró mucho. Entró Vizcarra a gobernar solo, prácticamente, porque su bancada no lo apoyaba, se hizo del apoyo del pueblo y esta vez aprovechando las trampitas que había dejado puestas Fujimori en su constitución, disolvió el congreso. En realidad se la jugó porque dependía del TC que esto le valiera un juicio político posterior, pero que salió a su favor. No contó con que poco tiempo después habría una pandemia y el nuevo congreso lo terminara "vacando" usando la excusa de la incapacidad moral. En realidad lo estaban destituyendo, pero las causas no se ajustaban a lo que permite la constitución, así que se inventaron una fórmula de vacancia por incapacidad moral, tan errónea como cuando se le aplicó a Fujimori. Eso nos ha dejado con un gobierno débil que el congreso se puede tumbar al voto. Y más cuando el TC prefirió no pronunciarse al respecto.
Bueno, vienen nuevas elecciones. Otra vez apuesto por Vero. No es definitivamente que hayan muchas opciones de las que yo pueda elegir, las otras candidaturas no resuenan con mi pensamiento y aunque hay voces dentro de ese partido que no concuerdan con mi manera de pensar, es lo que más se ajusta dentro de lo que hay. Ya me hice la idea de que pase lo que pase, sólo nos queda mejorar, pues vamos a estar saliendo de una situación muy crítica. Hay que estar vigilantes nada más.